Tuesday, December 6, 2011

Conoce los trucos para que él haga lo que tú quieras


¿Cansada de que siempre seas la que pasa la aspiradora o de que nunca te dé el regalo que tanto ansiabas? Una periodista y asesora de parejas británica da algunas pautas para que él se motive a hacer lo que tanto esperas.


“Detrás de un gran hombre hay una gran mujer, que sabe cómo manipular a su hombre a su antojo”, asegura Jane Matthews.

Ella, una columnista de The Independent y que en la actualidad entrega cursos de desarrollo de autoestima y de pareja, asegura que las relaciones amorosas deben ser vistas como una empresa a la que hay que sacarle el “máximo rendimiento” y para eso, es preciso que ambos sean una parte integral del equipo de trabajo.

Pero, ¿qué hacer cuando por mucho empeño que se ponga, él parece no entender que los dos reman para el mismo lado y es incapaz de recordar fechas importantes para ambos y a la mínima insinuación de que haga alguna tarea del hogar, prefiere esfumarse y hasta simular una enfermedad?

A todas aquellas mujeres que ven cómo su pareja se esfuma cuando escucha que hay que conversar seriamente, o que se hace el que no habla español cuando le dicen que podría colgar la ropa recién lavada, y que por algún motivo parece no entender que para que la flor de la relación no se marchite, hay que regarla, Matthews escribió “Cómo llevar los pantalones sin dejar de usar tacones” (Océano), una guía que intenta enseñar algunos trucos para “gestionar” el negocio del amor y que la empresa-pareja salga ganando.

No se trata de cambiar al hombre del que te enamoraste. Sino de hacerle saber, sin agobiarlo con críticas ni órdenes, lo que esperas de él. Eso, sin olvidar que tú también debes responder con sus expectativas.

“La relación idónea es lo que te aporta lo que tú necesitas, y lo mismo es válido para tu pareja (...) Una relación en la que uno de los dos intenta ser feliz a expensas del otro tiene fecha de caducidad”, asegura la autora.

Por esto es que explica como base, la importancia de la autoestima, tanto de una, como para saber qué es lo que se merece y luchar por ello, como la de él, a quien hay que aceptar y respetar. “Lo ideal es que tu hombre se quiera a sí mismo tanto como tú a ti misma, ya que si no creerá que tus sugerencias son una crítica y que cada vez que le pides algo le estás insinuando que te ha fallado”, señaló Mathhews.

No es una tarea fácil mantenerse firme y sonreír como si nada hubiera pasado, mientras le das su regalo de aniversario y te das cuenta que él ni siquiera sabe en qué día de la semana están, pero sí es factible aprender de los problemas que surgen y potenciar las virtudes que por naturaleza vienen en un hombre.

Para esto, la autora propone varias ideas y aquí te mostramos algunas:

1.- Compra un gran calendario o tengan una agenda compartida en el computador. Siéntate con él un día a la semana y revisen las fechas y citas importantes de los dos. Así tendrá un recordatorio directo.

2.- Si el punto anterior no fue suficiente, “dile lo que te afecta, no esperes a que lo adivine. Si sabes que te pondrá a la defensiva cuando se olvide de una fecha importante, avísale con tiempo (de modo cariñoso, y sin ir con segundas) y dale alguna pista de la ilusión que te causa la celebración para que no te decepcione”.

3.- Si quieres detalles, sé también detallista con él, “a ver si así te copia”, dice Matthews. Mándale flores, déjale notitas, mándale mensajes, y algún día, como buen hombre que aprende de la imitación, adoptará la costumbre.

4.- Se debe ser clara. Generalmente, los hombres no entienden las indirectas. Así que la autora propone que en vez de suspirar, bostezar y cerrar los ojos durante la cena, esperando que él amablemente se ofrezca a lavar los platos, mejor es decirle “estoy cansada, ¿puedes lavar tú?”.

5.- En cuanto a regalos y compras, Matthews aconseja “explotar su vena competitiva”. Con esto se refiere a comentarle que a tal amiga, su marido le regaló un anillo del porte de una roca y que brilla a kilómetros de distancia. Según la autora, esto podría sembrar, al menos, las ganas de cumplir con un presente similar.

6.- Para evitar ser la esclava del aseo, el truco estaría en invertir en electrodomésticos, ojalá de última tecnología y que de preferencia tengan motor. Esto haría que él se interese más en el artículo, y si además le dices que la aspiradora nueva es demasiado complicada para ti, puede que se anime a pasarla por la casa. “¿Quieres que lave la ropa? Compra una lavadora con un panel de mandos que rivalice con los de un avión”, comenta Matthews.

7.- Convierte los inconvenientes que surgen en la casa, como una tubería rota o poner un simple clavo, en todo un enigma. Explícale lo enredado o peligroso que es para ti, y “seguro que te lo quita de las manos y lo único que esperará de ti es que le digas lo bien que lo ha hecho cuando acabe. Cuanto más margen tenga para demostrarte lo bueno que es, mejor”.