Wednesday, December 21, 2011

Estilo de vida, enemigo de la salud cardíaca

Una completa actualización muestra que los estadounidenses aumentan de peso, comen más comida basura y hacen menos ejercicio




La salud cardiaca de los estadounidenses se halla en un estado terrible, según la tarjeta de calificaciones de la American Heart Association para este año.
Y se debe sobre todo a que la gente simplemente no se cuida.
Más o menos en las últimas tres décadas, las mujeres han aumentado su consumo de calorías en 22 por ciento, y los hombres en más de 10 por ciento. Los carbohidratos y las bebidas azucaradas son importantes fuentes de calorías innecesarias.
El resultado inevitable es que más de dos tercios de los adultos de EE. UU. y alrededor de un tercio de los niños superan el peso corporal ideal, y las capas adicionales de grasa representan una importante carga para los corazones de los estadounidenses.
La tendencia es particularmente preocupante en los niños. Hoy en día, alrededor del veinte por ciento de los niños de EE. UU. son obesos, frente a apenas cuatro por ciento hace 30 años.
Ni adultos ni niños hacen suficiente ejercicio, y alrededor de 21 por ciento de los hombres y 18 por ciento de las mujeres aún fuman. Alrededor de una quinta parte de los estudiantes de secundaria también han desarrollado el hábito de fumar.
"Es algo muy preocupante, pero para nada sorprendente", lamentó el Dr. Robert Michler, codirector del Centro de Atención Cardiaca y Vascular Montefiore Einstein de la ciudad de Nueva York. "La enfermedad cardiaca es la principal causa de muerte del país, y el continuo ensanchamiento de la cintura nacional tendrá graves consecuencias".
Los autores del informe, que aparece en la edición en línea del 15 de diciembre de la revista Circulation, observaron siete marcadores de la salud cardiovascular: el tabaquismo, el peso, el ejercicio, la dieta, el colesterol, la presión arterial y los niveles de glucosa en ayunas, además de si la persona habían recibido o no un diagnóstico de enfermedad cardiaca.
Usando esos criterios, 94 por ciento de los adultos de EE. UU. (o sea, casi todos) tienen al menos un factor de riesgo de enfermedad cardiaca. Por ejemplo, un tercio de los adultos de EE. UU. tienen hipertensión, mientras que 15 por ciento tienen colesterol alto.
Y los niños no se quedan muy por detrás.
¿La única buena noticia?
La tasa de muerte por enfermedad cardiovascular se redujo en casi 31 por ciento en la última década, aunque sigue dando cuenta de una de cada tres muertes cada año.
Las tasas de accidente cerebrovascular también se redujeron en casi 35 por ciento, haciendo que sea ahora la cuarta principal causa de muerte en lugar de la tercera.
Pero los avances se deben sobre todo a mejores tratamientos en lugar de mejoras en el estilo de vida.
"En general, la población no se está cuidando. Cuando se deja a voluntad del individuo, el individuo no se comporta bien", lamentó el Dr. Jacob Shani, presidente del Instituto Cardiaco Maimonides en la ciudad de Nueva York.
"Pero cuando el individuo llega al cardiólogo o al médico, las noticias son muy buenas", añadió Shani. "Reducimos la mortalidad. La gente vive más tras un ataque cardiaco. Hacemos muchas cosas ahora que antes no podíamos".
Entre los avances se encuentran mejores técnicas quirúrgicas además de las estatinas para reducir el colesterol, a veces conocidas como el "medicamento maravilla".
Esos avances seguirán ocurriendo, pero "necesitamos abordar este problema", dijo Michler. "Los cambios en el estilo de vida tendrán un importante impacto en este problema si nos lo tomamos en serio... la gente debe activarse y preocuparse sobre todo lo que se llevan a la boca".