Friday, May 4, 2012

Levanta tu autoestima y adelgaza

Según los expertos, la baja autoestima está directamente relacionada con los problemas en la alimentación. En este artículo, los cinco pasos de la teoría cognitiva conductual que propone la Clínica Mayo para mejorar nuestra imagen personal e incrementar la autoestima.




Si la fe puede mover montañas, la fe en uno mismo puede lograr cosas increíbles. Desde resistir la tentación de comer dulces de más, hasta tener la voluntad de salir a correr, aún cuando afuera haga demasiado frío o mucho calor. 
Por el contrario, cuando nuestro amor propio está en descenso, todo nos cuesta el doble. Ni hablar de salir a hacer ejercicio o de preparar una comida saludable; el primer impulso es abrir el refrigerador y vaciar un pote de helado. 
“La baja autoestima parece estar directamente relacionada con una imagen corporal distorsionada, abandono de la actividad física, desórdenes alimenticios, abuso de sustancias, relaciones abusivas y problemas interpersonales”, define Robert W. Reasoner, autor de “Autoestima y Juventud: Lo que la investigación tiene que decir al respecto”. 
Inseguridad, mal humor y depresión, imagen corporal negativa, sentirse inadecuado en todos los lugares, ausencia de vida social y personal, bajos niveles de adaptación y aspiraciones elevadas poco realistas son algunas de las características de las personas con baja autoestima.
5 pasos para sentirse mejor 
Según la Clínica Mayo, las técnicas de terapia cognitiva conductual pueden ayudar a cambiar nuestra forma de pensar. Son técnicas basadas en la idea de que nuestros  sentimientos y comportamiento son el resultado de nuestra manera de pensar sobre nosotros mismos y nuestra vida. 
Para levantar nuestra autoestima y mejorar nuestra imagen personal, la Clínica Mayo propone seguir cinco pasos:

1.  
Identifica las condiciones o situaciones problemáticas que sientas que disminuyen tu autoestima, tales como tener pánico en una presentación de negocios, enojarte frecuentemente o siempre esperar lo peor.

2.  
Toma conciencia de tus opiniones y pensamientos. Una vez que hayas identificado el problema, presta atención a tus pensamientos relacionados con esas situaciones. Esto incluye tu diálogo interno y tu interpretación de lo que estos problemas significan. Tus pensamientos y creencias pueden ser: positivos, negativos o neutrales, racionales o irracionales.

3.  
Identifica con precisión el pensamiento negativo o inadecuado. Advierte cuándo tus pensamientos se transforman en negativos y observa tus reacciones:
  • Respuestas físicas. Pueden incluir tensión muscular, dolor en la espalda, taquicardia, problemas estomacales, transpiración o problemas del sueño.
  • Respuestas emocionales. Pueden traducirse en dificultades para concentrarse o depresión, enojo, tristeza, nerviosismo, culpa o preocupación.
  • Respuestas de comportamiento. Pueden expresarse comiendo cuando no se tiene apetito, evitando las responsabilidades, trabajando más de lo necesario, pasando mucho tiempo solo, obsesionándose por algo o echándole la culpa a los demás de los propios problemas.
4.  Modifica el pensamiento negativo o inadecuado. Pregúntate si tu forma de pensar es consistente con los hechos y la lógica o si puede haber otra explicación para esa situación. Frases como: “si no logro esto, soy un fracaso total” o “me equivoqué en ese informe, ahora todos van a pensar que no sirvo para ese puesto”, no hacen más que deteriorar la valoración que tienes sobre ti. 
5.  Cambia tus pensamientos y creencias. Una vez que hayas identificado el pensamiento negativo o inadecuado, reemplázalo por pensamientos y creencias más precisas. Esto te ayudará a construir formas de superarte y a mejorar tu autoestima.
Algunas estrategias que pueden ayudar: •  Utiliza afirmaciones optimistas. Trátate con bondad y aliento. El pesimismo puede ser una profecía autocumplida. Si hiciste una presentación que no te gustó, asúmelo y siente que puedes manejar la situación.
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Perdónate. Todos cometemos errores.Las equivocaciones no son el reflejo tuyo como persona, son momentos aislados. Piensa: “Cometí este error pero esto no implica que sea mala persona”.
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Evita afirmaciones como “debería” o “tendría”.Si tu conversación está colmada de estas palabras, estás cargándote con demasiadas exigencias.
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Focaliza en lo positivo. Piensa en los lindos momentos de la vida. Reflexiona sobre las cosas buenas que te ocurrieron recientemente.
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Aliéntate tú mismo. Otórgate crédito para hacer cambios positivos. La próxima vez que te suceda algo en el trabajo, piensa: “Hice un buen trabajo en la presentación. Puede no haber sido perfecta, pero mis colegas me dijeron que estuvo bien”.
Muchos autores de libros de autoayuda dicen que cada persona es única e irrepetible, lo que implica que en todo el mundo hay una sola persona como tú. Tan único y tan especial como tú.