Friday, May 30, 2014

La pornografía puede ser nefasta para el cerebro, según estudio

Quienes la ven mucho tiempo en Internet parecen tener menos materia gris.

Los hombres que pasan mucho tiempo mirando pornografía en internet parecen tener menos materia gris en ciertas partes del cerebro y registran una reducción de su actividad cerebral, de acuerdo a una investigación alemana publicada el jueves en Estados Unidos.

"Hemos encontrado un importante vínculo negativo entre el acto de ver pornografía por varias horas a la semana y el volumen de materia gris en el lóbulo derecho del cerebro", así como la actividad de la corteza prefrontal, escriben los investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín.

"Estos efectos podrían incluir cambios en la plasticidad neuronal resultante de intensa estimulación del centro del placer", añade el estudio, publicado en línea en la revista de la Asociación Médica Americana, 'Psychiatry'.

Los autores, sin embargo, no pudieron probar que estos fenómenos sean causados directamente por el consumo de pornografía y, por lo tanto, afirman que es necesario proseguir las investigaciones. Pero, según ellos, la investigación sí proporciona un primer indicio de que hay una relación entre el acto de ver pornografía y la reducción del tamaño y la actividad del cerebro como reacción a la estimulación sexual.

Para realizar el estudio, los autores reclutaron a 64 hombres saludables de entre 21 y 45 años, a quienes pidieron responder un cuestionario sobre el tiempo dedicado a ver videos pornográficos, que promedió cuatro horas semanales. También les hicieron tomografías computarizadas (MRI) del cerebro para medir su volumen y observar cómo reaccionaba éste a las imágenes pornográficas.

En la mayoría de los casos, mientras más pornografía miraban los sujetos, más disminuía el cuerpo estriado del cerebro, una pequeña estructura nerviosa justo debajo de la corteza cerebral.

Los científicos también observaron que, cuanto mayor era el consumo de imágenes pornográficas, más se deterioraban las conexiones entre el cuerpo estriado y la corteza prefrontal, que es la capa externa del cerebro a cargo del comportamiento y la toma de decisiones.
WASHINGTON (ESTADOS UNIDOS)
AFP