Saturday, August 9, 2014

AUTOCURACIÓN.


•Cada uno de los pasos debe durar 3 minutos mínimo, previo a iniciar debe haber un ritual de abrazar el árbol (imaginariamente) luego dar tres palmaditas. 
 
•Al cambiar de posición debe despegarse una de las manos primero y luego la otra, no se debe perder el contacto de energía con el cuerpo. Funciona mejor con música apropiada para ello que trae en fondo campanillas que suenan cada tres minutos para indicar el cambio de posición.. 

 
•Esto nos equilibra los chakras o centros energéticos que son los encargados de distribuir el prana o energía vital y psíquica de nuestro cuerpo sutil y causal a través de una red llamada "nadis".


La mejor manera de iniciarse en la práctica de reiki es comenzar con uno mismo. Inicialmente reiki puede ser utilizado por la propia persona como una manera de aprendizaje y familiarización de las posiciones básicas. Una vez que el principiante haya asimilado convenientemente dichas posiciones, éstas serán útiles para el propio desarrollo personal posterior (limpieza, armonización y potenciación).
En la fase de aprendizaje sobre posiciones básicas, el nuevo reikista, experimentará cómo tocar, iniciándo con su propio cuerpo. Esta será la mejor forma de desarrollar la propia intuición y la sensibilidad necesaria para tocar con reiki a otros. Como quiera que la intención en un inicio es aprender, el practicante tendrá que repetir tantas veces sea necesaria una o más posiciones sobre su propio cuerpo. 
No hay una posición exacta, fija o estática ni mucho menos parametrada en reiki (las posiciones reiki son relativas), pero en lo posible éstas se orientan según la ubicación de los chakras principales y secundarios de cada persona (centros energéticos que concentran y movilizan las energías sutiles).
En reiki tocar implica posicionar las manos del operador reiki a una distancia relativa del cuerpo, ésta puede implicar unos centímetros como también sobreponerlas en el cuerpo (sobre la piel) o sobre la vestimenta. Esto dependerá del nivel de confianza e intuición alcanzado por el reikista.
Reiki puede causar en un inicio “crisis curativa”. Aplicado sobre el propio cuerpo puede generar cambios en el esquema energético que suelen traducirse en sintomatología física semajante a fiebre, náusea, malestar corporal o cambios en el estado de humor. Normalmente ésta crisis de curación tienen corta duración, con uno o dos días de cambios en el cuerpo físico y energético. Será oportuno que el practicante logre reconocer si sucede algún tipo de cambio. En otros casos, las crisis curativas pasan desapercibidas o con mucha menor intensidad. 
Si la crisis se presenta espontáneamente en el practicante, ésto indicará que reiki está asimilándose causando los efectos normalmente esperados a este nivel. La actitud del practicante debe ser de tranquilidad, comprensión y fundamentalmente esperanza en saber que ésto pasará y que luego se podrá retomar el aprendizaje de reiki. Finalmente, se dice que toda crisis curativa se traduce como pasaje de iniciación en reiki (rito de auto-purificación reiki).
El reikista debe familiarizarse y aplicarse diariamente tratamientos Reiki, que permitirán que la energía no se ausente o se concentre en exceso y que ésta se canalice apropiadamente al resto del cuerpo, por medio de los hilos energéticos (nadis o meridianos) invisibles presentes.
El autotratamiento permite armonizar la intregridad del ser esencial, cuerpo, mente y espíritu como uno sólo e indivisible (cada aspecto interactúa en un plano o dimensión diferente pero son esencialmente uno solo). Entiéndase armomización como centración o alineamiento de las energías individuales (ki), con las energís supremas (rei). En reiki la armonización individual es primordial antes de realizar cualquier tratamiento externo. Es indispensable que vivamos en armonía con nosotros mismos, sobre todo, si queremos ayudar a armonizar a los demás, ¿Cómo sanar si no estamos sanos? ¿Cómo armonizar si estamos desequilibrados?. No se puede dar lo que no se tiene.